Es común buscar en internet “viajar en pareja” y encontrarse con numerosas páginas que ofrecen escapadas románticas o sugieren destinos aparentemente idílicos. De hecho, muchos expertos coinciden en que hacer turismo puede aumentar la autoestima y mejorar la salud. Sin embargo, cuando se viaja en pareja, las vacaciones no siempre resultan en la experiencia satisfactoria que uno espera.
Según Marta Parella, máster en Coaching por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y máster en Inteligencia Emocional y Neurociencia, «las vacaciones arrojan luz sobre las grietas de la pareja; si te divorcias después de las vacaciones, es probable que la relación ya estuviera en crisis». Silvia Cintrano, psicóloga y directora de la Unidad de Terapia de Pareja del Instituto Centta, añade que durante el periodo vacacional, es común que se generen expectativas poco realistas sobre cómo deberían ser las vacaciones, lo que puede llevar a presión y frustración si esas expectativas no se cumplen. «Cuanto más rígida sea la persona, mayor será la decepción», señala Cintrano.
Además, si durante las vacaciones siguen existiendo responsabilidades familiares, como el cuidado de hijos o ancianos, o la necesidad de cumplir con planes familiares, estos pueden convertirse en un factor de estrés adicional para la pareja.
Las investigaciones revelan que, tras el periodo vacacional, se produce un aumento en el número de divorcios y rupturas. Esto se debe, en parte, a que durante las vacaciones nuestro estilo de vida y ritmos diarios cambian drásticamente, lo que también impacta en la dinámica de pareja. Al pasar más tiempo juntos, es fácil que nos volvamos más conscientes de los problemas en la relación, problemas que la rutina diaria podría haber ocultado.
Estrategias para Fortalecer la Relación Durante las Vacaciones
Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar una ruptura durante las vacaciones? La clave está en la preparación. Es crucial que la comunicación y la negociación comiencen antes de la fecha de partida.
Planificar en pareja, decidir juntos el destino, las actividades y establecer expectativas realistas son pasos fundamentales para asegurar que ambos disfruten del tiempo juntos. Algunas parejas optan por dividir las vacaciones en dos partes o turnarse a la hora de elegir destinos y actividades, garantizando así que ambos estén satisfechos. Aprender a ser flexibles y adaptarse al tiempo, al lugar y a las necesidades del otro es esencial para fortalecer el vínculo durante este periodo.
Si bien viajar con la familia, especialmente con niños, puede ser agotador, es importante encontrar momentos para reconectar como pareja. Durante el año, muchas veces nos sentimos «más padres que pareja», y sería desafortunado regresar de las vacaciones con esa misma sensación. Buscar hoteles que ofrezcan guarderías o actividades para los más pequeños puede permitir que los padres disfruten de tiempo de calidad juntos. Una cena en pareja o un momento a solas puede ser invaluable para mantener la conexión.
Aprovechar las vacaciones para salir de la rutina diaria y buscar actividades que provoquen risa y diversión en pareja puede hacer que ambos regresen de las vacaciones con la relación fortalecida. No obstante, tan importante como invertir tiempo en la pareja es dedicar tiempo a uno mismo. Mantener hobbies personales, como leer o practicar deporte, es crucial para el bienestar individual y, por ende, para la relación.
Disfrutar de las Vacaciones sin Sacrificar la Relación
Las vacaciones suelen ser el momento más esperado del año para desconectar de la rutina y disfrutar con nuestros seres queridos. Para que la relación de pareja se mantenga fuerte durante este periodo, es fundamental trabajar en la comunicación, la flexibilidad y el equilibrio. Practicar la empatía, la escucha activa y gestionar los conflictos de manera constructiva son claves para unas vacaciones exitosas. Al final, lo que importa no es solo el destino, sino cómo nos relacionamos y crecemos juntos durante el viaje.
Artículo redactado por: Maite Goikoetxea, alumna en prácticas del Centro L’amor